domingo, octubre 7

Modales – Segunda Parte

El sentarse a la mesa requiere de ciertas normas básicas que debemos tener en cuenta. 
El ritmo de vida que llevamos actualmente, o las distancias entre el trabajo y la casa hace que se nos pasen muchas de las costumbres familiares que teníamos cuando éramos pequeños, como el de reunirnos todos a la mesa para comer. Es un momento importante en la familia que nos ayuda a fortalecer las relaciones familiares. Pero siempre debemos hacer un esfuerzo para reunirnos todos a la mesa, si no se puede durante la semana, por lo menos los fines de semana, y hacer que sea un momento especial entre los nuestros. 

Antiguamente el momento de la comida era muy importante y ningún miembro de la familia podía faltar, salvo alguna circunstancia de fuerza mayor. Se tenía la costumbre de vestirse especialmente para sentarse a comer. Si vemos alguna película o serie de época, veremos esto con frecuencia. 

Hoy en día ya no existe esa costumbre pero, sí hay que contemplar algunos detalles que debemos tener en cuenta, incluso en la mesa familiar: 

No debemos sentarnos a la mesa con el torso descubierto, así estemos en la playa y si estamos con ropa de baño, mejor será ponerse algo encima, como un polo o una blusa apropiada. 

Tampoco debemos comer con un gorro o sombrero puesto. 

Siempre deberemos estar bien peinados y aseados. ¿Recuerdas cuando mamá llamaba a la mesa y decía “pero antes lávense las manos”? 

Cuando estamos a la mesa no debemos peinarnos, limpiarnos las uñas y cosas por el estilo. Como ya dije, la educación en la mesa va a mostrar tu educación, o falta de ella. 

Ahora vayamos a algunos detalles: 

La servilleta.- 

Se dice que la servilleta fue invento de Leonardo da Vinci, cuando era maestro de ceremonias del duque de Milán, Ludovico Sforza llamado “el Moro”, por el año 1491. En esa época, se amarraban conejos a las patas de las sillas de los comensales, para que se limpien las manos en su pelaje. Recordemos que en esa época se comía con las manos, entonces éstas terminaban sucias y grasosas y eran los pobres conejitos los que servían de “servilletas”. Esta costumbre no le gustaba a Da Vinci, así que se le ocurrió poner un trozo de tela en cada lugar de la mesa para que se limpiaran las manos en ella. Al principio la intensión no fue bien entendida y las usaban para todo: sonarse la nariz, envolver comida para llevarse… ¡en fin! De todo menos limpiarse las manos. Pero fue con el tiempo que fue utilizándose para lo que fue creada la servilleta.

Actualmente la finalidad de la servilleta es retirar las partículas de alimento que pueden quedar adheridas a los labios durante el transcurso de la comida. Pero, tan interesante como sencillo es también, el movimiento que debes hacer, de una forma delicada y natural, que no parezca que estás limpiando tus zapatos para sacarles brillo. 
Tamaño de las servilletas 
Dependiendo el tipo de comida, es el tamaño de la servilleta: 

20 x 20 es la servilleta de cocktail 
Es la que debemos ofrecer a nuestros invitados en recepciones o cocteles. 
Se usa en la mano izquierda entre el dedo medio y el anular, cuando tenemos un vaso o copa en la mano. Recordemos que en los eventos de pie, debemos sostener el vaso o copa en la mano izquierda para dejar la mano derecha libre para saludar y agarrar los bocaditos o fingerfood. 
También se puede usar de posavasos. 

30x30 cm servilletas de desayuno o lonche (o merienda) 

34x34 cm para comidas ligeras 
Este tamaño es ideal para un brunch 

45x45 cm para almuerzos/cenas 
Este el tamaño más utilizado 

60x60 cm servilletas realmente elegantes 
Personalmente creo que estas son muy grandes, pero se utiliza en restaurantes de categoría y generalmente de noche, cuando todo toma un cariz más protocolar. 

Cabe mencionar que estas medidas no son estrictas, pueden variar ligeramente. 

Dale un vistazo a “Tu mesa”, ahí doy un par de datos adicionales. 

Uso correcto de la servilleta
Al sentarte a la mesa vas a encontrarla doblada ya sea sobre el plato de sitio o a tu izquierda. 

La anfitriona o anfitrión es el primero en tomar la servilleta. ¿Recuerdas cuando vimos “La importancia de la Anfitriona?”, los comensales deben esperar a que el dueño de casa o el que invita, tome la servilleta primero. 

Debes tomar la servilleta y con ambas manos la despliegas, con delicadeza, sin sacudirla, dejándola finalmente extendida por la mitad encima de las piernas, poniendo el doblez hacia ti. 

Nunca ponerse la servilleta en forma de babero. Tampoco es para sonarse la nariz.

Las servilletas pequeñas utilizadas para desayuno y merienda, no se colocan en el regazo, se dejan junto al plato a la izquierda. 

Nunca abrirla del todo ni ondearla frente a los demás. 

No se limpia los cubiertos con la servilleta (así sea de papel). Lo que comunicas al hacerlo es que piensas que en la casa donde has sido invitado, no hay higiene. Si te han puesto un cubierto que a la vista está sucio, lo que debes hacer es, discretamente al servicio, pedirle que te lo cambie. 

La servilleta se usa solo para limpiarse los labios de manera discreta como ya lo dijimos, antes y después de beber. Siempre con las dos manos. Nunca la utilicemos con una sola mano mientras en la otra mantenemos el cubierto. Dejamos los cubiertos sobre el plato, y con las dos manos, la agarramos. 

Si tienes que levantarte de la mesa durante la comida (cosa que no se debe hacer; solo en caso de emergencia) deja la servilleta en la silla, doblada en pliegues sueltos (no es correcto que te la lleves). ¿Cuál es la razón? Si se te ha ensuciado demasiado, da un mal aspecto la servilleta sucia sobre la mesa. Aunque sirve para limpiarse los labios, se considera de mal gusto mancharla de forma exagerada. Es por ello que recomiendo a las mujeres que les gusta usar mucho lápiz de labios, antes de sentarse a la mesa, ir al tocador y descargar el exceso de lápiz labial en una toallita de papel. 

Se considera de mala educación humedecer la servilleta en el vaso de agua y limpiarse con ella los dedos o alguna pieza de la vajilla, si se trata de una madre que limpia a un niño, puede hacerlo de manera discreta y de cualquier forma, la copa que se use no deberá ser utilizada de nuevo. Recuerda que la presencia de niños elimina el protocolo.

NO se utiliza para depositar la comida que no podemos comer, como huesos de pollo, o huesos de aceituna o algo que no queramos comer. 

Y cuando terminas la comida, debes dejar la servilleta en el lado izquierdo de nuestro servicio de mesa (doblada en pliegues sueltos).