sábado, abril 4


Es cierto que este blog lo escribo y dirijo a la mujer, pero tampoco es exclusivo y excluyente. Un hombre, al que le guste recibir visitas en casa, igualmente podrá encontrar cosas muy interesantes que le pueden ayudar a hacer de su invitación algo especial.
Pero esta vez, hablaremos un poco del rol de la mujer en la sociedad, y habrá momentos en que el sexo masculino se encuentre un tanto excluido, pero en otros aspectos se sentirá identificado como persona y ser humano.
El tema de hoy he titulado TÚ. Es posible que a primera vista no sea un tema propio para un blog que habla de invitaciones, comidas, etc., pero para mí es la base de todo. Si una persona (sea hombre o mujer), no se siente bien consigo misma, poco será lo que pueda dar a los demás. Una de las cosas que leí del coach Antonio Tomasio (*), y me hizo pensar, es la alegoría que hace con la máscara de oxígeno de los aviones. Antes de alzar vuelo te dan varias instrucciones y entre ellas te dicen: "En caso de una pérdida de presión de la cabina, se abrirán automaticamente los compartimentos situados encima de sus asientos, y caerán unas máscaras de oxígeno. Si esto ocurriese, tire fuertemente de la máscara, colóquela sobre la nariz y la boca, y respire normalmente. Asegúrese de tener su máscara ajustada antes de ayudar a otros pasajeros". Y tiene su lógica, si te pones a ayudar a los demás sin tener tu mascarilla puesta, es posible que te desmayes y ya no sirvas para nada. En la vida pasa igual, dice Antonio Tomasio, uno primero debe pensar en sí mismo antes de pensar en los demás y eso se llama autoestima;
y es una de las bases para llevar una vida mejor. La autoestima elevada no tiene nada que ver con cuestiones similares a la soberbia, al narcisismo ni egocentrismo. Es un silencioso respeto por uno mismo; sentirnos seguros del valor que tenemos como seres humanos. Las mujeres muchas veces nos olvidamos de nosotros mismas, pensamos primero en los hijos, en el esposo, en los padres, en la casa, en el trabajo... y vamos desplazándonos poco a poco hasta llegar a desaparecer. Y decimos: mientras mi familia esté bien yo no importo.Y esto es un grave error porque, como decía al principio, poco será lo que puedas dar, si primero no te amas a ti misma.
El primer paso es el autoanálisis, realizar una autocrítica pero con muchísimo cuidado porque tendemos a ser severas con nosotras mismas. Un conocimiento del Yo, que poco a poco nos va a llevar a nuestra propia aceptación. En el camino iremos encontrando nuestras virtudes y defectos, y reconoceremos las cosas que podemos ir cambiando. Si hay algo de nosotras mismas que no nos gusta o no estamos cómodas con ellas, hagamos algo al respecto. Por ejemplo, si te sientes gorda (tema bastante femenino), tengo que hacer algo al respecto, ya, ahora; no mañana, no el lunes, no el próximo mes. Es ahora, hoy es el mejor momento. Un cambio de actitud radical y con amor propio. Si me dicen que tengo que hacer ejercicio, busca la forma, el tiempo, el espacio para hacerlo. Si me dicen que tengo que tomar 8 vasos de agua al día, los tomaré por amor a mí, por cumplir mis objetivos. Si he dejado de sonreír porque no me gusta mi dentadura, hago algo al respecto, ya sea para cambiarlo o para aceptarlo, pero no de una manera de resignación, sino aceptándome y amándome como soy.
Hay muchos libros de autoayuda que nos pueden ayudar. Dos que me gustaron mucho son: "Enamórate de ti" de Walter Riso, y "Lecciones de seducción" de Pilar Sordo; y como estos hay muchísimos que nos pueden dar una mano en este fascinante tema de conocernos a nosotros mismos.
Entonces, el día que vas a recibir a tus invitados, tú debes brillar. Es por eso que en la propuesta de que hice de la checklist de la anfitriona (ver: http://laperfectanfitriona.blogspot.com/2015/03/la-checklist-de-la-anfitriona.html)
el último punto eres Tú, porque tú ERES importante como persona. 
Días antes, busca esa ropa que cuando te la pones notas que recibes más piropos y miradas, o simplemente ese que el espejo te dice: "te ves bien".
Deja tu casa y la comida lista con tiempo para dedicarte a ti, a sentirte bien, relajada y, sobretodo, contenta contigo misma. Eso se irradia, y tus invitados estarán encantados de tener una anfitriona como tú.


(*) Si quieres saber más del coach Tomasio, puedes visitar su página www.antoniotomasio.com