Recibe tú misma a los invitados, por lo
que deberás estar atenta a la puerta. Si tienes servicio instrúyelos muy bien – además que deberán estar muy bien
uniformados o por lo menos bien vestidos según la función que están
desempeñando.
Recíbelos con una sonrisa y amabilidad demostrando que estás contenta que hayan aceptado tu invitación.
Si te llevan flores, deberás ponerlas
inmediatamente en tu florero con agua en un lugar discreto pero visible (puede
ser el recibidor) Si tienes servicio, esta persona se encargará de hacerlo. Y
si son chocolates, deberás invitarlos a todos luego del postre, comentando
quién te los llevó y agradeciéndole.
Si es una botella de vino deberás
abrirla al momento de la comida. Esto es labor del hombre, así que tu esposo o
tu pareja se hará cargo; en el caso que no lo tengas, le puedes pedir a un
amigo de mayor confianza que, por favor, te haga ese honor.
Si tienes invitados que no se conocen
entre sí, deberás presentarlos.
Presentaciones.-
Saber presentar y saludar correctamente es más importante de lo que parece. Un fallo en esta materia puede producir una mala primera impresión, difícil de borrar posteriormente.
Saber presentar y saludar correctamente es más importante de lo que parece. Un fallo en esta materia puede producir una mala primera impresión, difícil de borrar posteriormente.
Cuándo presentar.- Las
normas de cortesía dicen que siempre que cuando nos encontramos con personas
que no se conocen entre sí, deberán ser presentadas. Para evitar que estas
personas se sientan mal, aisladas de la conversación.
Si en la reunión hay mucha gente, nos
será imposible presentar a todos nuestros invitados, sino, nos pasaríamos toda la
velada presentando. Para esos casos, podemos pedir a amigos cercanos, que se encarguen
de hacerlo por nosotros.
Cómo se presenta.- Se presenta de menor a mayor.
Se menciona primero al que tiene menor rango y al final el más importante. Cuáles son estos rangos:
- Jerarquía.- Las
personas que tiene cargos importantes. Por ejemplo en una empresa, el Gerente
es de mayor jerarquía.
-
Edad.- Las
personas mayores son las más importantes.
-
Sexo.- Las mujeres
tienen el mayor rango.
Estas reglas tienen sus excepciones, para
eso utilizaremos nuestro criterio. Por ejemplo, si se trata de un señor de edad y de una jovencita, se dará primero
el nombre de la jovencita, y lo mismo ocurrirá si es un hombre que ocupa una
posición elevada.
Cuando se trata de una alta
personalidad, de sobra conocida a través de los medios informativos, se omitirá
su nombre, pues darlo sería restarle importancia, a no ser que se le presente a
un extranjero o a alguien que viva en un medio totalmente diferente al suyo.
Estos son, p.e. el Papa, el Presidente de la República.
Si estamos en casa, en una reunión muy
amical, las presentaciones serán de la manera informal, es decir: daremos
únicamente el nombre. En el caso de matrimonios, la presentación formal sería
“Señores García”, y la informal “Juan y Rosa García”.
Si hemos hecho una reunión un poco más
formal o empresarial y si una persona está investida de un título de naturaleza
permanente como p.e. Doctor, Obispo, General, el título se menciona antes del
nombre. Por ejemplo. “El General Rolando Sánchez”, o “El Doctor Carlos Paredes”.
Si tiene un título que solo es de naturaleza transitoria, como por ejemplo Ministro
de Economía o Gerente del Banco X, va generalmente después del nombre. Si la
persona tiene dos títulos, uno de naturaleza permanente y otro transitorio se
mencionará como lo descrito. Es decir: “el Doctor Paredes, Jefe de pediatría”.
Cuando presentamos a nuestro cónyuge,
decimos “mi esposo”, “mi esposa”, en otras partes se dice “mi marido” o “mi
mujer”. Si es tu pareja es mejor mencionar únicamente el nombre.
Si hemos invitados a un amigo y éste a
su vez trae a una persona que no conocemos, nuestro amigo deberá presentarnos a
la persona que ha traído; no mencionará nuestro nombre puesto que nosotros
estamos en casa.
Auto presentación.- Cuando
hay mucha gente, en los que los anfitriones no pueden presentar a todos sus
invitados, es perfectamente válida la propia presentación. La forma sería:
“Permítame que me presente…” . Deberemos decir nuestro nombre completo y la
razón por qué nos estamos presentando.
Presentaciones en grupo.- Cuando
haya muchos invitados no presentaremos al recién llegado a cada uno, sería muy
pesado para todos e incómodo para el recién llegado. Lo mejor en estos casos,
es acompañarlo a uno de los grupos, diciendo primero el nombre del recién
llegado y luego los del resto del grupo, nombrando primero a las damas.
Cuando una mujer llega sola a un salón
lleno de gente, no debe andar por él saludando. Debe primero buscar a los
dueños de casa o anfitriones, para que éstos la incorporen a un grupo.