domingo, marzo 15

Presentación



Recibir y atender en mi casa, tanto a amigos como familiares e incluso extraños, es algo que siempre me ha fascinado y lo he disfrutado.

En este blog quisiera compartir todo aquello que he ido aprendiendo a través de mi carrera de hotelería y los estudios posteriores de Protocolo y Ceremonial del Estado, Organización de Eventos, así  como la experiencia que me ha dado el hecho de trabajar en una Embajada, como encargada de eventos, y … por supuesto, como ama de casa.

Iremos viendo poco a poco todos los detalles en los que debemos pensar al momento de recibir en nuestra casa, orientando, sobre todo a aquellas personas que el hecho de invitar se les hace un mundo, les parece muy complicado y prefieren salir a un restaurante. Pero el abrir las puertas de tu casa, hace la diferencia.

Jean Anthelme Brillat-Savarin (autor del primer tratado de gastronomía) tiene una frase que me encanta. Él dice que invitar es hacerse cargo de la felicidad de alguien mientras está bajo nuestro techo.

Así que, manos a la obra, hagamos felices a nuestros invitados.

domingo, octubre 7

Modales – Segunda Parte

El sentarse a la mesa requiere de ciertas normas básicas que debemos tener en cuenta. 
El ritmo de vida que llevamos actualmente, o las distancias entre el trabajo y la casa hace que se nos pasen muchas de las costumbres familiares que teníamos cuando éramos pequeños, como el de reunirnos todos a la mesa para comer. Es un momento importante en la familia que nos ayuda a fortalecer las relaciones familiares. Pero siempre debemos hacer un esfuerzo para reunirnos todos a la mesa, si no se puede durante la semana, por lo menos los fines de semana, y hacer que sea un momento especial entre los nuestros. 

Antiguamente el momento de la comida era muy importante y ningún miembro de la familia podía faltar, salvo alguna circunstancia de fuerza mayor. Se tenía la costumbre de vestirse especialmente para sentarse a comer. Si vemos alguna película o serie de época, veremos esto con frecuencia. 

Hoy en día ya no existe esa costumbre pero, sí hay que contemplar algunos detalles que debemos tener en cuenta, incluso en la mesa familiar: 

No debemos sentarnos a la mesa con el torso descubierto, así estemos en la playa y si estamos con ropa de baño, mejor será ponerse algo encima, como un polo o una blusa apropiada. 

Tampoco debemos comer con un gorro o sombrero puesto. 

Siempre deberemos estar bien peinados y aseados. ¿Recuerdas cuando mamá llamaba a la mesa y decía “pero antes lávense las manos”? 

Cuando estamos a la mesa no debemos peinarnos, limpiarnos las uñas y cosas por el estilo. Como ya dije, la educación en la mesa va a mostrar tu educación, o falta de ella. 

Ahora vayamos a algunos detalles: 

La servilleta.- 

Se dice que la servilleta fue invento de Leonardo da Vinci, cuando era maestro de ceremonias del duque de Milán, Ludovico Sforza llamado “el Moro”, por el año 1491. En esa época, se amarraban conejos a las patas de las sillas de los comensales, para que se limpien las manos en su pelaje. Recordemos que en esa época se comía con las manos, entonces éstas terminaban sucias y grasosas y eran los pobres conejitos los que servían de “servilletas”. Esta costumbre no le gustaba a Da Vinci, así que se le ocurrió poner un trozo de tela en cada lugar de la mesa para que se limpiaran las manos en ella. Al principio la intensión no fue bien entendida y las usaban para todo: sonarse la nariz, envolver comida para llevarse… ¡en fin! De todo menos limpiarse las manos. Pero fue con el tiempo que fue utilizándose para lo que fue creada la servilleta.

Actualmente la finalidad de la servilleta es retirar las partículas de alimento que pueden quedar adheridas a los labios durante el transcurso de la comida. Pero, tan interesante como sencillo es también, el movimiento que debes hacer, de una forma delicada y natural, que no parezca que estás limpiando tus zapatos para sacarles brillo. 
Tamaño de las servilletas 
Dependiendo el tipo de comida, es el tamaño de la servilleta: 

20 x 20 es la servilleta de cocktail 
Es la que debemos ofrecer a nuestros invitados en recepciones o cocteles. 
Se usa en la mano izquierda entre el dedo medio y el anular, cuando tenemos un vaso o copa en la mano. Recordemos que en los eventos de pie, debemos sostener el vaso o copa en la mano izquierda para dejar la mano derecha libre para saludar y agarrar los bocaditos o fingerfood. 
También se puede usar de posavasos. 

30x30 cm servilletas de desayuno o lonche (o merienda) 

34x34 cm para comidas ligeras 
Este tamaño es ideal para un brunch 

45x45 cm para almuerzos/cenas 
Este el tamaño más utilizado 

60x60 cm servilletas realmente elegantes 
Personalmente creo que estas son muy grandes, pero se utiliza en restaurantes de categoría y generalmente de noche, cuando todo toma un cariz más protocolar. 

Cabe mencionar que estas medidas no son estrictas, pueden variar ligeramente. 

Dale un vistazo a “Tu mesa”, ahí doy un par de datos adicionales. 

Uso correcto de la servilleta
Al sentarte a la mesa vas a encontrarla doblada ya sea sobre el plato de sitio o a tu izquierda. 

La anfitriona o anfitrión es el primero en tomar la servilleta. ¿Recuerdas cuando vimos “La importancia de la Anfitriona?”, los comensales deben esperar a que el dueño de casa o el que invita, tome la servilleta primero. 

Debes tomar la servilleta y con ambas manos la despliegas, con delicadeza, sin sacudirla, dejándola finalmente extendida por la mitad encima de las piernas, poniendo el doblez hacia ti. 

Nunca ponerse la servilleta en forma de babero. Tampoco es para sonarse la nariz.

Las servilletas pequeñas utilizadas para desayuno y merienda, no se colocan en el regazo, se dejan junto al plato a la izquierda. 

Nunca abrirla del todo ni ondearla frente a los demás. 

No se limpia los cubiertos con la servilleta (así sea de papel). Lo que comunicas al hacerlo es que piensas que en la casa donde has sido invitado, no hay higiene. Si te han puesto un cubierto que a la vista está sucio, lo que debes hacer es, discretamente al servicio, pedirle que te lo cambie. 

La servilleta se usa solo para limpiarse los labios de manera discreta como ya lo dijimos, antes y después de beber. Siempre con las dos manos. Nunca la utilicemos con una sola mano mientras en la otra mantenemos el cubierto. Dejamos los cubiertos sobre el plato, y con las dos manos, la agarramos. 

Si tienes que levantarte de la mesa durante la comida (cosa que no se debe hacer; solo en caso de emergencia) deja la servilleta en la silla, doblada en pliegues sueltos (no es correcto que te la lleves). ¿Cuál es la razón? Si se te ha ensuciado demasiado, da un mal aspecto la servilleta sucia sobre la mesa. Aunque sirve para limpiarse los labios, se considera de mal gusto mancharla de forma exagerada. Es por ello que recomiendo a las mujeres que les gusta usar mucho lápiz de labios, antes de sentarse a la mesa, ir al tocador y descargar el exceso de lápiz labial en una toallita de papel. 

Se considera de mala educación humedecer la servilleta en el vaso de agua y limpiarse con ella los dedos o alguna pieza de la vajilla, si se trata de una madre que limpia a un niño, puede hacerlo de manera discreta y de cualquier forma, la copa que se use no deberá ser utilizada de nuevo. Recuerda que la presencia de niños elimina el protocolo.

NO se utiliza para depositar la comida que no podemos comer, como huesos de pollo, o huesos de aceituna o algo que no queramos comer. 

Y cuando terminas la comida, debes dejar la servilleta en el lado izquierdo de nuestro servicio de mesa (doblada en pliegues sueltos).

martes, septiembre 25

Modales – Primera parte

Desde chicos, nos han formado hablando de modales; que debemos tener “buenos modales”. Pero ¿qué son los modales?

Vamos a ver algunas descripciones:

“Acciones externas de cada persona con que se hace notar y se singulariza entre las demás, dando conocer su buena o mala educación”. - RAE

“Conjunto de expresiones, gestos, movimientos, actitudes, etc., que una persona utiliza para comportase en público y con las demás personas, especialmente según ciertas reglas sociales comúnmente admitidas”. - Diccionario Google.

“Algo que vemos y en lo que nos fijamos. Algo que singulariza a una persona y nos indica con meridiana claridad su buena o mala educación. ¿Comprenden ustedes ahora la importancia de los modales? Algo esencial para todo el mundo, independientemente de su nivel social.
Y ¿qué es la educación?: El conjunto de actitudes, usos y costumbres, modos de ser, de hacer y de comportarse que son la plataforma de la convivencia y de su expresión política, la democracia. La buena educación es, por tanto, el ‘vestido esencial’ del ciudadano”. – El Gran libro del Protocolo, José Antonio de Urbina.

Todos nos fijamos, queriendo o no, en los modales de los demás y a partir de allí, sacamos conclusiones: es educado, es maleducado, me cae bien, no me cae… Y así como lo hacemos con los otros, los demás lo hacen con nosotros mismos. De allí la importancia de tener “buenos modales” en nuestra vida cotidiana.
¿Les ha sucedido que han conocido a una persona con muy buenos modales, educada, respetuosa? ¿No les es muy simpático de primera intención? …para quedarse pensando ¿no?
Uno de los lugares donde se demuestran más nuestros buenos modales y nuestra buena educación, es en la mesa.

Vemos qué nos dice el Manual Carreño, que dicho sea de paso, no es un libro que haya pasado de moda, ni mucho menos. Todos estamos en la obligación de darle una leída porque, de verdad, encontraremos datos que nos van a servir siempre. Entonces, Manuel Antonio Carreño nos dice en su Artículo IV – De la Mesa, Sección Primera – De la Mesa en General:

“1.- La mesa es uno de los lugares donde más clara y prontamente se revela el grado de educación y de cultura de una persona, por cuanto son tantas y de naturaleza tan severa, y sobre todo tan fáciles de quebrantarse, las reglas y las prohibiciones a que está sometida.

2.- Según esto jamás llegará a ser excesivo el cuidado que pongamos en el modo de conducirnos en la mesa, manifestando en todos nuestros actos aquella delicadeza, moderación y compostura que distinguen siempre en ella al hombre verdaderamente fino”

Y luego Carreño sigue con el consejo que todas estas reglas deben ser observadas no solo cuando estamos en una mesa que no es la familiar, sino que debe ser costumbre diaria seguirla, porque así adquirimos el dominio y nuestros modales sean naturales y no fingidos.

Entonces, ¿cuáles son estas reglas de conducta en la mesa?

Vamos a ir viéndolas por etapas.

Cuando pasemos a la mesa:
- Es obligación de la anfitriona indicar el lugar de cada uno de los invitados en orden de precedencia, ¿recuerdas?, si no, échale un vistazo al título “Cómo sentar a tus invitados a la mesa”.

- Es obligación del invitado esperar la indicación de la anfitriona, dónde deberá sentarse. Si nadie te indica dónde sentarte, entonces espera que las personas dueñas de casa y de mayor precedencia tomen su lugar. Recordemos que la precedencia se determina por:
Edad – rango – sexo, es decir: las personas de mayor edad son más importantes, las de mayor rango van primero, y las mujeres van delante de los hombres.
Así que, por criterio, puedes determinar cuál será tu lugar. 

Si estamos en un restaurante y vamos llegando de a pocos, esta regla no aplica, sino que cada uno va tomando lugar según va llegando. Pero si llegan todos juntos, la regla de la anfitriona (en este caso, la persona que ha invitado) aplica como si estuvieran en su casa.

La postura en la mesa:
Al momento de sentarnos deberemos hacerlo por el lado izquierdo de la silla, si la disposición de la mesa y las sillas nos lo permiten. No arrastrar la silla, sino levantarla ligeramente para no hacer ruido.
Sentarnos de forma adecuada sin dejarnos caer como saco de papas.
En la silla hay que estar erguidos, con las piernas juntas y las manos y antebrazos sobre la mesa. Como siempre mamá nos dijo innumerables veces: no se ponen los codos sobre la mesa, tampoco todo el antebrazo. Ambos brazos sobre la mesa, no dejar una mano sobre las piernas, debajo la mesa.
El cuerpo deberá estar a una distancia conveniente de la mesa, ni muy cerca que la mesa nos apriete y nos impida movernos con soltura, ni muy lejos para no tener que reclinar el cuerpo hacia la mesa al momento de comer.
No reclinarse en el respaldo de la silla, ni apoyar los brazos en el respaldo de nuestra silla ni en el de la silla de al lado. 
No estirar las piernas, ni los brazos de tal forma que podamos incomodar a los demás comensales.

En la segunda parte veremos el uso de la servilleta, los cubiertos y la cristalería.

lunes, septiembre 24

Un nuevo Look


Luego de una pausa que me tomé para estudiar una Maestría en Imagen Pública, en el Colegio de Consultores de Imagen Pública en México, retomo este blog para seguir compartiendo experiencias y aprendizajes en este tema maravilloso que es el de recibir invitados en tu casa.
Y para hacer este regreso aun más triunfal (no solo con mi nuevo título de CIP - Consultora en Imagen Pública), presento mi nuevo logotipo, diseño de mi gran amigo Mauricio Peltier de Peltier DSGÑ ASSOCIADOS BRASIL (dejo sus referencias abajo), alegre, fresco y, sobre todo, muy profesional, como todo lo que hace Mauricio. Comienzo así un nuevo camino con mi Personal Branding muy bien definido y con muchas ganas de seguir compartiendo con ustedes, todo aquello que, si bien tenemos algunos conocimientos, no está demás añadir un par de detalles adicionales para que nuestro evento quede en el buen recuerdo de las personas a las que acogimos en nuestra casa.

Mauricio Peltier

Diretor de Criação Creative Director
Peltier DSGÑ ASSOCIADOS BRASIL
Rua da Alfândega 100, 4o. Andar - Rio de Janeiro

T 55 21 3253 6254 C 55 21 99240 6973

jueves, enero 14

La importancia de la Anfitriona

Cuando eres anfitriona estás al mando y todos los ojos estarán puestos en ti, por eso la importancia de saber lo que haces.

 Foto extraída de:
eju.tv/2015/09/25-cosas-que-nunca-se-deben-hacer-en-la-mesa
Tú, como anfitriona, luego de indicar el lugar de tus invitados (si no es un evento formal, donde hay las tarjetas de mesa) tomarás tu lugar, e inmediatamente después tomarás tu servilleta y la colocarás en tus piernas. Tus invitados esperarán que lo hagas,  ellos no podrán tomarla, hasta que la anfitriona lo haya hecho.
 
Luego, si el plato de entrada no está ya en la mesa, el servicio procederá a poner los platos a cada comensal, comenzando por las damas y dentro de estas, la invitada de honor o la de mayor edad... ¿recuerdas las precedencias? El último plato que se pone en la mesa será el tuyo.
 
Una vez que tienes el plato delante tuyo, agarras el cubierto correcto, ya sea el tenedor o una cuchara, según sea el caso, para comenzar a comer. Tus invitados esperarán a que lo hagas, al igual que la servilleta.
Si estás en medio de una conversación, no te distraigas, agarra el cubierto y mantenlo en tu mano (la mano quieta - nunca hagas ademanes con un cubierto en la mano, es de mal gusto) o colócalo sobre tu plato; esta señal bastará para que tus invitados sepan que pueden comenzar a comer. Esto en cada uno de los platos.
 
Si notas que uno de tus invitados está medio perdido al momento de elegir el cubierto a utilizar, míralo y cuando él te mire discretamente muéstrale el cubierto correcto con una sonrisa cómplice, lo más natural posible.
¿Recuerdas la película Pretty Woman, la escena de la cena en un restaurant? en un momento Vivian (Julia Roberts) no sabe que hacer con la pinza de los caracoles; Edward (Richard Gere), mientras sigue conversando, le muestra la forma de agarrarlo. 
Nadie nace sabiendo y, a pesar que sí debemos aprenderlo en algún momento de nuestra vida, no debemos esperar que ya todo el mundo domina el tema.




miércoles, enero 13

Trece en la mesa… ¡jamás!

Existe en algunos países y algunas personas la superstición del número trece. Incluso hay hoteles que no tienen el piso número trece o habitaciones número 13.

En protocolo existe la regla de no sentar nunca trece personas en la mesa.

Si al hacer tu lista de invitados te das cuenta que tienes once invitados (más dos anfitriones) deberás aumentar tus comensales o de lo contrario quitar alguno.

Evita tener 14 o 15 si son parejas, para que a última hora alguien te llame a disculparse que no puede llegar, y resultan 13 para comer.

Si esto sucede, a última hora, deberás montar dos mesas, de 7 y 6 u 8 y 5, presididas la primera por la anfitriona y la otra por el anfitrión.

En una oportunidad me tocó asistir a una reunión, que inicialmente la invitación me llegó como cena, pero ya en el lugar, me di cuenta que la mesa no estaba puesta, y toda la comida fueron bocaditos, o fingerfoot. Más tarde el anfitrión, ya en confianza, me comentó que no logró modificar el número de sus invitados que llegamos a ser trece, es por ello que no nos sentamos a la mesa.

La tarjeta personal de plato

O también llamada tarjeta de puesto de mesa, es aquella que se coloca en el lugar del invitado, para que identifique su lugar, y en ella va su nombre y cargo.
Si es un evento oficial, irá el escudo o el símbolo de tu evento (por ejemplo, las iniciales de los novios en una boda) y su ubicación es delante del plato de sitio.

Foto extraída de: www.es.aliexpess.com


Esta es la forma que indica el protocolo, pero si no quieres regirte tanto a este, puedes usar tu imaginación y crear distintos tipos de tarjetas y ponerlas por ejemplo sobre la servilleta, o en la silla... eso  va enteramente a tu creatividad, pero recuerda, ya le quitas un poco de brillo a tu evento.

No se acostumbra poner la tarjeta de los anfitriones, pues, como es obvio, son los dueños de casa, las presidencias están definidas  y saben perfectamente cual es su lugar.

Únicamente, diría yo, se podría poner la tarjeta con los nombres de los anfitriones en una mesa redonda, donde no se determine exactamente cual es el lugar de presidencia. Solo así, para que los invitados puedan identificar, antes de sentarse, las presidencias.